domingo, 28 de agosto de 2011

yo soy tu cuerpo estrellado.. pero de migas de pan

De la voz pegajosa y la lírica urbana nace dentro de todos Chinoy. Algo más que música es lo que lleva en el corazón y repercute con emociones fuertísimas dentro del pecho de cada persona que lo "escuche". Tengo el vago sentimiento de que escuchar a Chinoy, no es como escuchar a cualquier artista. Es casi imposible captar su exquisito ritmo sin verlo, sin mirarlo a los ojos. Lo lees, lo tocas con los oídos, con el corazón y el trance mágico es mutuo, de público a artista, de artista a público. Entonces la música que sale como por arte de magia de sus dedos desastrozamente hermosos, se transforma en un  dulce pantano dentro de sus ojos vidriosos, un pantano del cual no puedes salir hasta que toca el último acorde. 
La magia. Eso es para mí la característica central de la música de Mauricio Castillo. Una magia que es imposible retratar con  sólo palabras. Es una magia que abarca todas las artes, todas las fantasías. 
Las manos como caravanas sembrando huellas en la piel...

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